El acuerdo para reducir la jornada laboral sin recortar los sueldos ya está establecido entre el PSOE y Sumar, siempre y cuando consigan mantenerse en el poder. Esta iniciativa, clave en la estrategia de Yolanda Díaz durante la campaña, ha representado el mayor desafío en las conversaciones con el partido liderado por Pedro Sánchez recientemente. Incluso este lunes, la vicepresidenta y encargada de la cartera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, mostraba reservas hacia dicha iniciativa.
El contenido del convenio establece un compromiso para reducir la semana laboral de 40 a 37.5 horas. Sin embargo, a diferencia de lo que Sumar proponía, que era alcanzar esta meta en 2024, el plan se desarrollará de manera gradual. Esto implica que se laborarán 38.5 horas en 2024, postergando la meta de 37.5 horas hasta 2025. Posterior a ese período, se indica, “se formará un comité junto con representantes sociales para revisar los efectos de dicha reducción y continuar con los esfuerzos para disminuir el tiempo de trabajo legal, considerando las particularidades de los diversos campos laborales, los cambios en la productividad y la situación económica“. Previamente, la aspiración era llegar a un rango de 32 a 35 horas, pero actualmente esos números específicos ya no se mencionan.
De acuerdo con lo estipulado en el pacto firmado, el recorte de horas de trabajo se llevará a cabo sin reducción de los ingresos. Además, desde 2025, se establecerá un panel junto con representantes sociales con el fin de evaluar los impactos de esta medida y proseguir con la reducción de la jornada laboral. Este proceso se realizará “considerando las particularidades de cada sector laboral, los cambios en la productividad y la situación económica”. La meta de Sumar es alcanzar una jornada de 35 horas e incluso aspira a reducirla a 32 horas por semana.
¿Quiénes se verán impactados por este recorte en las horas de trabajo semanal si la investidura de Sánchez prospera y obtiene aprobación en el Congreso de los Diputados?
De acuerdo con los cálculos realizados por el Ministerio de Trabajo, alrededor de 12 millones de empleados del sector privado se favorecerán con esta iniciativa, lo que representa el 83,3% de estos trabajadores. Para aquellos en el sector público, este cambio no aplica, dado que generalmente ya cuentan con una jornada de 37,5 horas. De hecho, lo que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) solicitó recientemente fue la aplicación de una jornada de 35 horas, además de reabrir las discusiones para un nuevo pacto salarial. En cuanto a los empleados del sector privado, deberán revisar su contrato o el acuerdo colectivo que rige sus condiciones laborales para verificar si su jornada actual es de 40 horas. En caso afirmativo, efectivamente experimentarían una disminución en su horario, pasando de ocho horas diarias de lunes a viernes a siete horas y media por día.
¿Cuál podría ser la duración de la jornada laboral en los próximos años?
La incertidumbre rodea la extensión que podría adoptar la jornada laboral en los años venideros. El panorama posterior a 2025 sigue siendo ambiguo. Lo más probable es que Sumar impulse una discusión en profundidad sobre este tema. Hasta ahora, no se ha especificado si la aspiración se limita a esa disminución a 37,5 horas o si preferirían establecer metas más altas.
Cabe destacar que muchos acuerdos colectivos y trabajos en el sector público ya operan dentro de estas franjas horarias. No obstante, existe la posibilidad de que el objetivo sea continuar reduciendo estos tiempos laborales de manera progresiva hasta alcanzar las 35 o incluso 32 horas semanales. Si estos proyectos se realizan, el tiempo de trabajo diario se situaría entre 6,5 y 7 horas.
Naturalmente, cualquier recorte en las horas de trabajo no repercutiría en los ingresos de los empleados. Los salarios se preservarían intactos, independientemente de la disminución de las horas laborales.